
Dicen que por la plata baila el mono. Bueno, en este caso el mono soy yo; y no tuve que bailar por plata, pero sí pasar a Corel algunos diseños que le encargaron a mi viejo. Algunos de muy mal gusto. Por ejemplo, éste que adjunto.
Años de terapia todavía no pudieron borrar la huella emocional impresa en mi psiquis. ¡¡¡¿AHORA ME ENTIENDEN?!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario